


Durante la visita al Delta con los amiguetes, me quedé prendado de este balsa de agua.
Creo que ha sido uno de los paisajes que más me han impactado en mucho tiempo.
Seguramente si alguien se hubera dedicado a cuidarlo nunca hubiera quedado tan y tan bonito. La naturaleza sorprende mucho, es mucho más lista que nosotros.
Este pequeño paraje natural es el hábitat de nuestro Aphanius iberus, el fartet.
Precioso embalsadero para preciosos peces. Desde luego, a veces en casa hay peces tan o más bonito que los que importamos de tierras lejanas. Lástima que esté protegido y lástima que seamos unos chapuzas y esté totalmente amenazado.
Verlo en su hábitat natural, realmente no tuvo precio.
Un abrazo
Aldo