sábado, 12 de mayo de 2007
Un paseo por el Amazonas
Sin embargo, ningún acuario por grande que sea, podrá competir con la naturaleza en estado puro.
Este fin de semana me he acercado con mis padres y mi prometida a Cosmocaixa, el Antiguo Museo de la Ciencia, en Barcelona, y me he encontrado una grata sorpresa.
Durante dos horas de mi vida he creido que estaba en las orillas del amazonas, viendo enormes cardúmenes de Paracheirodon Axelrodi con movimientos casi militares, maravillosos Mesonautas Festivus con increíbles colores, Astronotus Ocellatus e incluso he podido observar a una hembra de Apistograma Borelli expulsar a un macho de la misma especie de su territorio.
No he podido fotografiar a los peces de menos de 50 centímetros, por cuestiones de luz y algas en los cristales, pero puedo dejaros estas imágenes y compartir con todos vosotros, lo que a mi me ha parecido una gran experiencia.
Te das cuenta, al llegar a casa, que incluso teniendo 500 litros de agua en el salón estás muy lejos de poder decir que tienes un trozo de amazonas en tu casa.
Un saludo y gracias por leerme.
Aldo
martes, 1 de mayo de 2007
La Colisa Lalia, uno de mis grandes amores
También es conocida como Gurami Enano, nombre que lo encuentro algo desacertado, fue denominada como Trichopodus lalius por Buchanan-Hamilton(1822), como Colisa lalius por Cuvier & Valenciennes (1831), posteriormente como Colisa unicolor por Cuvier & Valenciennes (1831), como Trichogaster fasciatus por Günther (1861), como Trichogaster unicolor por Günther (1861), y finalmente como Colisa lalia por Myers (1923).
Este maravilloso pez habita en la aguas someras de la India, en las zonas Bengala y Assam, en los ríos de Ganges, Jumuna, Brahmaputra y sus afluentes, también en Bangladesh e Indonesia, con expresa predilección por aguas estancadas con poca o nula corriente y con gran escasez de oxígeno donde se refugian entre la numerosísima vegetación de los grandes mantos de arrozales.
Es difícil centralizarlas en Ríos concretos o en zonas específicas debido a que las grandes lluvias monzónicas suelen desbordar dichos ríos con gran facilidad creando pequeños y grandes charcos de poca profundidad y gran diversidad de microfauna donde las propias Colisas se ven arrastradas.
Allí se alimentan de pequeños insectos que caen al agua, larvas acuáticas de insectos, gusanos, algas y casi todo aquello que puedan comer por tamaño de boca, pues son poco estrictas en su dieta, dándole una importancia relativa al aporte vegetal a base de algas o bien frutos que pudieren caer en el agua.
Dicha dieta debe mantenerse en el acuario, la cual deberá ser rica y variada con un importante aporte vegetal englobando tanto desde las típicas escamas comerciales, hasta alimentos congelados y liofilizados, así como papillas de diversa índole o bien pinchos de verdura, que serán picoteados incesablemente.
Peces que no suelen superar los 6 centímetros los machos y algo menos las hembras, comprimidos lateralmente para poder escurrirse con facilidad entre la numerosa vegetación con una aleta dorsal y anal de gran tamaño a fin de poder estabilizar al pez, siendo las aletas pélvicas, alargadas y en forma de filamento, con grandes capacidades táctiles, totalmente necesarias debido a la turbidez de las aguas donde habitan ya que les ayudan a complementar otros sentido como el de la vista.
Su mayor singularidad a nivel morfológico es la presencia del laberinto, un órgano respiratorio supletorio situado por debajo de las branquias y compuesto de muchas láminas de características óseas muy finas con un gran riego sanguíneo y a través de las cuales pueden tomar el oxígeno directamente del aire atmosférico y paliar de esta forma su falta en el las aguas donde habitan, que junto a las altas temperaturas estacionales que se pueden dar en su hábitat, llegando incluso a los 40º, hacen que a veces sea su única posibilidad de respirar.
El dimorfismo sexual entre ambos sexos es muy acusado, siendo el macho de colores anaranjados y azulados contra el color metálico de las hembras. Desde luego, vale más una imagen que mil palabras.
Hay que detallar que dichas coloraciones de los machos son muy amplias, debido a la hormonación artifical, la cual también merma su esperanza de vida, y a la selección de los ejemplares, habiendo colores azules, neones, rojos más intensos o la variedad más habitual, que es la que se muestra a conitnuación.
Fotos de mi macho y una de mis hembras, el primero variedad salvaje, la segunda variedad sunset.
Los mantengo en un 60 litros junto a Pangio Kuhlii y una hembra de Betta Splendens, muy plantado y en la actualidad con Lemma Minor y Pistia Stratiotes, las cuales utiliza el macho a fin de contruir su nido de burbujas. En su momento también utilicé Riccia Fluitans o CeratophyLlum Demersum, los propios tallos que se desplegaban por la superfície de Vallisneria Americana var.Biwaensis o incluso tallos de Sagitaria Subulata que arrancaba del propio sustrato con un reslutado igualmente satisfactorio.
Debo decir que me entusiasma la estética de la Vesicularia Dubyana en los acuarios, ya sea tapizando troncos como piedras, es una opción fácil y bonita de tapizar sin necesidades de grandes equipos, lamentablemente se ha demostrado totalmente incompatible con mi macho de colisa, quien ha destrozado sistemáticamente todos y cada uno de mis intentos de tapizado en ese acuario.
La convivencia durante más de un año con ellas me ha dado numerosas alegrías, pero sin duda el mejor momento que pude compartir con mis colisas fue cuando opté por sacar una puesta adelante de mi macho y una de las hembras.
Dicho reportaje fue seguido en el foro El Alquimista de los Acuarios, del cual dejo un enlace para que se pueda observar lo que fue el día a día.
http://www.alquimistadeacuarios.com/foro/viewtopic.php?t=10414
Elegí al macho que tenía y a una hembra a la que se le notaba ovada, los alimenté cuidadosamente y los separé a una acuario de 30 litros.
Inmediatemente el macho hizo nido y se produjo el llamado abrazo, a saber, forma que tienen las colisas de aparearse, el macho envuelve a la hembra con su propio cuerpo y la presiona para que suelte los huevos que porta en su interior, los cuales a continuación son puesto en el nido de burbujas con excelsa meticulosidad.
Un nido de mi Colisa Lalia
Al ver la presencia de alevines en el nido, pues los huevos no los llegué a ver subí la temperatura a 28º a fin de acelerar el metabolismo de las futuras crías.
A partir de ahí, los alevines de colisa son como todos los alevines, aunque si es cierto que mantienen dos grandes singularidades.
La primera es que crecen de forma desesperantemente lenta, lo cual hace que que la alimentación deba ser buena, proteíca y constante. En un principio les ofrecí nauplios de artemia tres veces al día, los cuales eran devorados sin ningún tipo de reticencia, luego, a medida que crecieron, amplíe el menú a grindal de tamaño pequeño y escamas comerciales trituradas hasta que dieron el paso a comer como los adultos.
Un alevín con dos meses y medio de vida, observar la comparativa con grindal de pequeño tamaño
La segunda singularidad es la formación del laberinto, el órgano supletorio anteriormente mencionado. Es un periodo crítico en el cual los alevines han de subir constantemente a la superfície a fin de respirar aire, por tanto el nivel del agua debe esta entre 15-20 centímetros y las diferencias térmicas entre el agua y la superficie deben estar equiparadas, ante lo cual es necesario o al menos aconsejable que el acuario esté tapado.
En el momento que los alevines forman el laberinto pasan su fase más crítica y ya es difícil que mueran a no ser que hayan causas ajenas a su crecimiento, como mala alimentación o mala calidad del agua por citar algunas.
Tras esta experiencia, debo decir que mis colisas tienen ya un año largo de edad y que mi primera hembra, la madre de la puesta arriba indicada, murió recientemente, supongo que por el trajín continuo que llevaba con el macho, el resto de habitantes del acuario sigue perfectamente y la hembra variedad salvaje se aparea continuamente con el macho, supongo que llenando el hueco que dejó su predecesora.
Aconsejo a todo el mundo que mantenga a estos peces si tiene la posibilidad y las condiciones idóneas para ellos, peces tranquilos, ideales para un acuario comunitario de aguas neutra o ligermamente ácidas a partir de 45 litros para una pareja o de 60 litros para combinar con unos arlequines y unos kuhlii, interesante, bonitos, y que además se mueven por la parte alta del acuario, una franja normalmente desperdiciada por gran parte de los acuarófilos.
Gracias por leerme y por vuestro tiempo, sin vosotros esto no tendría sentido
Aldo